No soy muy fiel en cuanto a escribir un blog, eso no se discute. Sino, lée las fechas de las entradas anteriores; parece que me recuerdo de escribir anualmente. Lo que escribo hoy corresponde al presente 2012 pero me he propuesto plasmar en este espacio mas frecuentemente las experiencias de mi vida cristiana.
Si tus finanzas, felicidad o desarrollo espiritual dependiera de mí, o de cualquier ser humano, estarías en serios problemas. Así que como esporádicamente escribo y luego olvido hacerlo, igualmente te olvidaría.
Cuando maduramos aprendemos que no podemos depender completamente de nadie. La fe de otros es para que los otros puedan librar sus propias batallas, la fortaleza de otros es para que luchen contra sus propias circunstancias, tentaciones y limitaciones.
Por supuesto que no somos islas. Fuimos creados para vivir en comunidad. La iglesia local es nuestra comunidad y en ella aprendemos a vivir en interdependencia. La Palabra exhorta, orad los unos por los otros, tambien dice, sobrellevad los unos, las cargas de los otros. El apoyo y la motivación de nuestros hermanos es necesaria para seguir adelante. Pero nada ni nadie puede suplir nuestra necesidad práctica de depender de Dios. La fe de nuestros padres, su consagración al Señor, la consagracion de la esposa al Señor, la integridad del líder o la devoción de nuestros hermanos, la actividad de la iglesia local, nada, absolutamente nada puede darnos lo que Dios nos puede y quiere dar personalmente.
De quién dependes para seguir el sendero de la vida cristiana?, Cuando enfermas o pasas por crisis, primero piensas a quien le vas a pedir que interceda por ti o tú mismo doblas tus rodillas y pides al Padre bueno su ayuda?, si otros abandonan el Camino del Evangelio, Que decides hacer tú?
Cuando dependemos de otros y estos otros no aparecen, se apodera de nosotros una sensación de abandono y se acrecenta el temor y nos viene cierta amargura. Cuando Jesús estaba próximo a enfrentar la peor etapa de su vida, invitó a tres que le acompañaran, pero no les dijo, Oren por mí. Más bien, el se alejó cierta distancia de ellos para mantener la intimidad con su Padre y presentarle su clamor. Pero tambien los llevo consigo porque quería contar con el apoyo de ellos.
Cada uno debe estar cimentado en las doctrinas de la Biblia, cada quién debe tomar Su escudo de la fe y empuñar Su espada personal que es la Palabra de Dios. San Pablo dijo: Por lo cual estoy cierto, (es decir 100% seguro) que ni la muerte ni la vida, ni angeles ni principados, ni lo presente ni lo porvenir, nada ni nadie nos (me) apartará del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Si otros claudicaban, Pablo no lo haría, si otros desmayaban, Pablo continuaba, si otros se desviaban, el se mantenia firme en lo que había creído, porque su fe se basaba en la Palabra y no en los sentimientos que tantas veces nos han traicionado. Pablo no dependía de hombres para seguir a Cristo. Dependía de su decisión de ir en pos de Él no importando el precio.
Decide depender de Dios, y que Él afine y afianse tus convicciones para mantenerte fiel hasta su pronta aparición.
Pr. Fernando Garrido