Cuando era chiquillo, (Increible pero lo fui) tenia el pelo crespo. En mi pais decimos colocho, en otros ondulado. Mi mama se sentia orgullosa de aquellos bucles oscuros que adornaban mi carita infantil e inocente. Mi papa que suele tener aun el pelo lacio, (no herede ni lo lacio ni el conservar el pelo) me peinaba los domingos especialmente para ir a la iglesia y lo hacia en la misma forma en que peinaba a mi hermano Mecky de igual pelo al de papa y, calamidad, por mi cabellera no se escurria el peine como con mi hermano y eso desesperaba al viejo quien jaloneaba mi pelo no solo provocandome dolor sino la humillacion de quedar con la cabeza abultadao y fea. Huia de peinarme porque en esa epoca los colochos no estabamos de moda ni eramos muchos y no habia elementos para hacer un bonito medio afro o afro y medio.
Por otro lado, en el barrio donde creci junto a otros 18 o 20 ninos de mas o menos la misma edad, era como una lunar. El unico colocho entre tanto pelo lacio y eso provocaba a estos diablillos a hacer mofas y chistes a costillas de mi cabeza. Me llamaban «mosote», «viruta», «colocho rompe almohadas», «shara» y todo aquello que denigrara mi carateristica cabellera. De todos los sobrenombres el que prevalecio fue «Colocho» (que a mi criterio era el mas decente) la mayoria de amiguitos no supieron cual era mi nombre y hasta el dia de hoy me llaman «Colocho»!
A ese agravio personal se sumaba otro aun mas grave. Eramos los unicos cristianos evangelicos del barrio y eso duplicaba las burlas y humillaciones. A mis anteriores apodos se sumaban: Biblia, Aleluya, Gloria a Dios, Jehova, hereje, come santos…. y otros mas que no recuerdo. Ahora entiendo que cuando me perseguian y me escarnecian por ello, yo era bienaventurado. En ese tiempo no era capaz de entenderlo. Pero cuando se trataba de dar una leccion, los papas decian a sus traviesos hijos, debieras ser como el Colocho. El no dice malas palabras, es obediente y bueno con sus papas. Contraste tan grande. Los papas mismos no querian a los cristianos pero si admiraban su conducta. Cuando ibamos a la iglesia los domingos con mi hermano, soliamos esconder las biblias debajo del brazo para no provocar las doble burlas: – Alla va el «rompe almohadas aleluya» a santificarse a la iglesia!..jajajajaja.
Nunca se me cruso por la mente la idea de renegar cuando se burlaban de mi por causa de Jesus, pero si renegue abundantemente por causa de mi pelo. Yo hubiera querido tenerlo como Roger Moore o Elvis Presley para dejarme caer un buen mechon sobre la frente, pero nada, mi cabello era como fino halambre y no tenia caida.
Cuando empese a trabajar. Lo cual hice siendo aun muy chico, uno de mis anhelos fue comprarme una secadora de cabello para alisarmelo, y asi fue. Me lo humedecia, me lo secaba y claro, los afroamericanos saben como queda. Liso pero sin caida. Y asi pase mi adolescencia y parte de mi vida. Renegando de mis colochos y envidiando a los lacios.
Un dia, reflexionando, decidi aceptar mi pelo tal como Dios lo habia sembrado en mi cuero cabelludo. Empese a ver que se veia bien en otros y hasta los hacia mas atractivos. Vamos entonces, me dije. Me acepto al fin de cuentas, tal como vine al mundo. Y Zas!….sorpresa, al poco tiempo el pelo decidio ya no acompanarme. Le habia menospreciado durante toda una vida y uno a uno empezaron a soltarse de la raiz y a saltar suicidosamente al suelo especialmente a la hora del bano o del peinado.
Moraleja?…..ahora me parece ridiculo pensar cuanto luche contra la corriente. Cuantas horas de mi tiempo perdi tratando de ser lo que no era. Cuanta energia desperdicie renegando de lo mio y admirando lo ajeno. Cuanto dinero en peines y articulos para alisado?, pero lo peor, Cuanto tiempo pase siendo un mal agradecido con Aquel que me dio todo aquello que quizo darme sin yo merecerlo? El sabia lo mejor y en su sabiduria sabia que mi personalidad quedaria completa dandome colochos y mas colochos.
Y tu que?, contra que peleas?, tu nariz muy larga o muy corta?, reniegas de ser muy alto o por tu corta estatura?, Por muy blanco o muy negro? Muy flaco o muy llenito?, Muy poco por aqui y mucho por alla?…Todo lo que somos es don de Dios, ahora lo entiendo, pero como dicen mis amigos actuales, Fernando no tienen UN PELO de tonto!…en realidad no tengo un pelo y quienes hoy me conocen no pueden creer que un dia mi cabello era tan espeso como la selva amazonica. Tambien ignoran que fui un desagradecido porque pase gran parte de mi vida sin agradecer al Senor por todo aquello que en su amor y sabiduria me dio sin haber hecho meritos para tenerlo.
Fernando Garrido